Memorias de una geisha

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Se dice que la semana en la que una joven prepara su debut como aprendiza de geisha es semejante a cuando un gusano se convierte en mariposa. Pero de esta encantadora metáfora hay algo que es cierto. Y es que el gusano solo tiene que tejer el capullo y dormitar un momento,mientras que una geisha debe estudiar años para desacerse de su cuerpo de crisálida. Sobre esta extraordinaria metarmofosis,dibuja,con finos trazos todo el proceso de creación de las criaturas más bellas que nacen bajo toda la mística del imperio del Sol Naciente