Andrés Solano regresa a Santiago de Chile tras 16 años de exilio, en un contexto de cambios políticos tras la caída del Muro de Berlín. Experimenta la esperanza y la nostalgia, pero también el desconcierto ante un país transformado. Su viaje personal refleja la historia de Chile y su lucha por un futuro diferente en los años 60 y 70.
